Comienza el periodo para presentar objeciones al nuevo decreto sobre el registro de horas laborales.
Una nueva normativa, que comenzará a aplicarse en breve, establece la obligatoriedad de registrar no solo el inicio y el fin de la jornada laboral, sino también los tiempos de descanso, con un cruce de datos que promete transparentar la realidad laboral en el país.
El proceso para presentar observaciones sobre el Real Decreto que reformará el registro horario se abrirá este viernes y concluirá el 20 de octubre. Este mecanismo busca fortalecer el control sobre las horas laboradas, garantizando que se respeten tanto las horas máximas de trabajo como los períodos de descanso obligatorios.
La iniciativa, respaldada por el Ministerio de Trabajo, tiene como propósito frenar la creciente cifra de horas extraordinarias no remuneradas, que en España asciende a 2,8 millones a la semana. La ministra Yolanda Díaz ha enfatizado que la regulación no busca una vigilancia excesiva, sino establecer un sistema que asegure que las horas extras se compensen adecuadamente y que cada trabajador pueda disfrutar de sus derechos laborables.
El nuevo decreto exigirá que las empresas implementen un sistema de registro que sea digital, objetivo y accesible, garantizando así que los datos reflejados sean irrevocables y verídicos. Esto significa que cualquier alteración de los registros deberá ser claramente identificada, protegiendo así tanto a empleadores como a empleados.
Además, se pondrá un fuerte énfasis en la salvaguarda de la privacidad y la protección de datos personales de los empleados. El contenido mínimo del registro debe incluir la identificación del trabajador, el tipo de jornada, horarios específicos de inicio y finalización, así como detalles sobre el tiempo de descanso.
Entre los elementos que deberán registrarse están las horas trabajadas, distinguiendo si son ordinarias o extraordinarias, y el método mediante el cual se compensen las horas extras. Cada registro diario y mensual deberá estar totalizado y las modificaciones realizadas a estos asientos serán sometidas a un control riguroso.
Para asegurar la transparencia del sistema, los trabajadores, sus representantes y la Inspección de Trabajo tendrán acceso inmediato a los registros, tanto en el lugar de trabajo como de manera remota. La norma establece que cada trabajador realizará su registro de manera individual y voluntaria, sin presiones externas.
En caso de fallos técnicos que impidan el registro digital, se deberá utilizar un método alternativo temporalmente, pero con la obligación de digitalizar esa información posterior a la contingencia. Además, las empresas deben establecer protocolos para proteger la privacidad de los registros, garantizando que no estén accesibles al público no autorizado y manteniéndolos durante cuatro años.
El decreto también se extenderá a relaciones laborales especiales, incluyendo el ámbito doméstico, y se buscará prevenir la manipulación de horas registradas con el fin de que las empresas cumplan con las leyes laborales vigentes.
La reforma que propone el Ministerio de Trabajo tiene como objetivo fundamental restaurar la confianza en los registros laborales, garantizando que se respeten los derechos de todos los trabajadores mientras se promueven condiciones de trabajo dignas y honestas. Esta medida puede marcar el comienzo de un nuevo capítulo en la regulación laboral en España.
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