En Belém, Brasil, se ha dado inicio a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2025 (COP30), un evento que contará con la participación de alrededor de 50 líderes mundiales y más de 60,000 asistentes provenientes de 160 países. Esta cumbre se llevará a cabo desde el jueves y se extenderá hasta el 21 de noviembre.

Mariano Jabonero, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), confirmó la colaboración estratégica de su organización con el gobierno brasileño en aspectos logísticos y de infraestructura para la conferencia. Este evento representa un esfuerzo considerable en términos de organización y planificación.

Jabonero defendió la elección de la selva amazónica como sede del evento, destacando su importancia ecológica y simbólica. Según sus palabras, aunque hubiese sido más sencillo realizar la cumbre en ciudades como París o Nueva York, el Amazonas constituye el escenario perfecto, ya que es vital para el equilibrio ambiental del planeta.

La COP30 se llevará a cabo en una extensa instalación que ocupará 250,000 metros cuadrados en el Parque de la Ciudad, situado en la capital del estado de Pará. El recinto se dividirá en dos secciones principales: la Zona Azul, destinada a negociaciones diplomáticas, y la Zona Verde, un área abierta para la participación pública y actividades de la sociedad civil.

Además, se ha informado que la infraestructura creada para la cumbre no será temporal, ya que se dejará un legado de espacios culturales y recreativos que beneficiarán a la ciudad y a la región amazónica. Jabonero subrayó que coordinar todo esto en un tiempo limitado ha sido uno de los mayores retos enfrentados por la OEI.

Dentro de la cumbre, se destacará un espacio titulado 'Iberoamérica Viva', donde se llevarán a cabo talleres, paneles y exposiciones artísticas que resaltan la importancia de la cultura en la lucha contra el cambio climático. Este enfoque busca trascender las soluciones técnicas y enfatizar la necesidad de un cambio cultural y educativo.

La OEI también está detrás de la organización de la Cumbre de los Pueblos, un evento paralelo que espera reunir entre 20,000 y 30,000 participantes de más de 400 movimientos sociales. Este foro abordará temas fundamentales como la justicia climática y los derechos territoriales, ofreciendo un espacio para que las comunidades se expresen en el debate climático global.

El secretario general de la OEI resaltó la relevancia de realizar la COP30 en un momento en que persisten dudas sobre la existencia del cambio climático. Aunque la visión escéptica es cada vez menos común, Jabonero enfatizó la necesidad de contrarrestar estas ideas en el marco de una cumbre que defiende un enfoque político claro sobre la crisis climática.

En relación con los preparativos, Jabonero destacó la eficacia del proceso de colaboración con el gobierno brasileño, con una comunicación fluida que ha facilitado el desarrollo del evento. En este sentido, la elección de un lugar que cuide y respete la selva refuerza el mensaje ambiental que la cumbre busca transmitir en los días venideros.