La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha pedido al Ministerio del Interior que detenga las expulsiones de personas saharauis retenidas en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas, incluyendo familias con menores.
La organización ha instado al Gobierno a permitirles la entrada a España por razones humanitarias, a través de un instrumento legal que permitiría examinar cada caso de forma individual.
CEAR ha advertido que la expulsión y entrega a Marruecos de estas personas podría poner en danger sus derechos y vidas, instando a que las solicitudes de asilo pendientes sean revisadas con cuidado.
Destacando que estas personas provienen de territorios ocupados, CEAR ha pedido un análisis detallado de sus solicitudes de apatridia, que no sería posible en los cortos plazos del procedimiento en frontera.
La organización ha pedido que las solicitudes de protección internacional que no cumplan los requisitos sean autorizadas por razones humanitarias, siguiendo las recomendaciones del Defensor del Pueblo y ACNUR.
CEAR ha recordado la importancia de contar con intérpretes de hassanía en las instalaciones del aeropuerto, destacando que es esencial para evaluar adecuadamente los expedientes y denunciando incumplimientos frecuentes.
El director de CEAR, Mauricio Valiente, ha afirmado que el Gobierno español tiene la responsabilidad de garantizar los derechos y vidas de estas personas, señalando que es una cuestión de voluntad política y deuda histórica.
Fuentes del Ministerio del Interior han informado que once solicitantes de asilo han rechazado el desayuno en señal de protesta, sin necesidad de atención sanitaria.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado que los solicitantes de asilo que afirman ser saharauis perseguidos serán deportados si la ley no los ampara y así lo dictamina la justicia.
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