MADRID, 22 de noviembre. En la conmemoración del décimo aniversario del fallecimiento de la emblemática Duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, la solemnidad del evento se ha visto afectada por la notable ausencia de varios de sus descendientes en el funeral que su hijo, Cayetano Martínez de Irujo, organizó en la Iglesia del Cristo de los Gitanos en Sevilla. Aunque el actual duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, y Fernando Martínez de Irujo, marqués de San Vicente de la Barquera, asistieron al homenaje, no se puede pasar por alto que la ausencia de otros miembros de la familia generó controversia. De hecho, Cayetano no dudó en expresar su descontento hacia su hermana Eugenia por no haber estado presente en un día tan importante para recordar a su madre.

La ausencia de quien debería haber estado junto a la familia también fue motivo de conversación. La hija de la duquesa de Montoro, Cayetana Rivera, quien optó por no asistir al funeral en Sevilla, apareció en Madrid el jueves posterior a la ceremonia. Su presencia se dio en el evento de presentación de una nueva colección de vajilla y mantelería diseñada en colaboración con su madre y Lorenzo Caprile para la conocida firma 'Madame Sushita'.

En cuanto a su notoria falta en la misa, Tana, como es conocida, se ha alineado con los argumentos de su hermana Eugenia, argumentando que su ausencia se debió a una abundante carga laboral. Ella manifestó: "Tenía mucho trabajo y no podía ir, pero es que tampoco necesitaría esas cosas para tener a mi abuela presente, la verdad". Además, añadió que a pesar de residir en Sevilla, el trabajo le impidió asistir, aunque siempre que tiene oportunidad visita la iglesia y rinde homenaje a su abuela. "A mi abuela la recuerdo todos los días", afirmó con determinación.

Al abordar las críticas de su tío Cayetano, Tana contestó con un toque de ironía, sugiriendo que la distancia entre sus hermanos podría estar vinculada al hecho de que él fue el "elegido" por su madre para gestionar la casa de Alba. "¿Pero el elegido de qué? Ah, sí. Lo dice él. Ah, bueno, oye, pero me alegro", expresó, dejando claro que su relación con el jinete no es conflictiva. "Yo me llevo bien con todo el mundo", concluyó, reafirmando su postura frente a las tensiones familiares.