Casi el 90% de las empresas carecen de las herramientas necesarias para medir los riesgos climáticos, revela un estudio.
En una reciente publicación, el panorama empresarial frente a los riesgos derivados del cambio climático se presenta con preocupaciones marcadas. Según un informe titulado 'Creando un impacto sostenible: construyendo resiliencia a través de la adaptación climática', elaborado por Schneider Electric y Women Action Sustainability (WAS), resulta alarmante que un notable 88% de las empresas carezca de métodos detallados para medir el impacto financiero de los cambios climáticos físicos que enfrentan.
El documento no solo subraya la importancia de las interdependencias entre los sectores público y privado, sino que también enfatiza la responsabilidad compartida que deben asumir estas entidades para fomentar acciones concretas que fortalezcan la resiliencia ante los cada vez más evidentes efectos del cambio climático.
Este estudio analiza cómo diversas empresas, abarcando distintos sectores y regiones, están respondiendo a los riesgos climáticos a través de estrategias de adaptación, al tiempo que identifica oportunidades de mercado y áreas que requieren atención urgente. Los resultados del informe revelan que, a pesar de que el 38% de las empresas ha desarrollado planes de adaptación climática, solo un 6% ha llevado a cabo la implementación total de estas medidas necesarias.
Adicionalmente, se destaca que un 30% de las empresas encuestadas ha sido afectada por los impactos climáticos en sus cadenas de suministro, mientras que un 28% ha experimentado consecuencias directas en sus operaciones. Este panorama se complica aún más al observar que un 30% de las empresas no cuenta con seguros que mitiguen los riesgos financieros asociados a los peligros climáticos.
El informe subraya que el riesgo climático ha sido reconocido como un potencial riesgo financiero que podría repercutir de manera significativa en los resultados económicos de las compañías. Además, remarca que los eventos meteorológicos extremos, según datos de las Naciones Unidas, han ocasionado pérdidas cercanas a los 4 billones de dólares en el transcurso de los últimos 50 años.
Con el incremento de la temperatura global, se anticipa que la frecuencia y severidad de los desastres relacionados con el clima aumenten cada año. Esto subraya la urgente necesidad de desarrollar planes y estrategias de adaptación climática efectivas que permitan a las empresas navegar en este contexto desafiante.
El informe de la Brecha de Adaptación 2024 de UNEP establece que la brecha de financiación necesaria para la adopción de medidas de adaptación oscila entre 194 y 366 mil millones de dólares anuales, un factor que indudablemente retrasa la planificación e implementación de esfuerzos claves en esta área.
Se resalta que, mientras las empresas globalmente intentan mitigar su impacto ambiental, los métodos operativos actuales requieren una transformación significativa para asegurar la resiliencia de sus actividades económicas. Esta metamorfosis no es posible sin una inversión sólida, donde la participación activa del sector bancario y de los servicios financieros se torna imprescindible para respaldar a las empresas en el desarrollo de sus planes de adaptación.
Finalmente, el informe hace un llamado a la administración pública y a la comunidad científica a nivel mundial para ayudar a las empresas en este proceso, facilitando orientación, herramientas y recursos que sean vitales para el éxito de sus iniciativas. En conclusión, el estudio enfatiza que es crucial que las empresas no solo se centren en adaptar los activos físicos existentes, sino que también deben diseñar proactivamente futuros activos que sean más resilientes y capaces de afrontar los impactos del cambio climático.
Tags:
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.