El piloto español de Fórmula 1 Carlos Sainz, de la escudería Ferrari, expresó su indignación por la sanción impuesta el viernes debido a un incidente durante los entrenamientos libres del Gran Premio de Las Vegas. Sainz aseguró que está "todavía bastante enfadado", pero tratará de no mostrarlo públicamente.
Tras finalizar en segundo lugar en la sesión de calificación del sábado, Sainz elogió el trabajo de su equipo. A pesar de un viernes complicado, lograron dominar la clasificación juntos. El español se mostró encantado de poder volver a montar en el coche y lograr la primera fila de la parrilla.
El viernes, Sainz recibió una penalización de diez posiciones en la parrilla de salida después de tener que cambiar varios componentes de la unidad de potencia debido a que una tapa de alcantarilla golpeó los bajos de su monoplaza. Aunque le habría gustado luchar por la victoria contra Charles y Max Verstappen, Sainz afirmó que tendrá que poner en marcha el "modo remontada".
En una entrevista con DAZN, Sainz expresó su satisfacción por el rendimiento del equipo durante el fin de semana. Aunque lamentó no haber conseguido la pole, se mostró contento por la posición actual de los pilotos de Ferrari. Sin embargo, admitió tener malas sensaciones por lo ocurrido el día anterior y se encontraba de mal humor. A pesar de ello, trató de centrarse en la carrera del día siguiente.
Sainz considera que "la clave" estará en cómo gestionar mejor el desgaste de los neumáticos delanteros. El español destacó que el problema de "graining" afectará a todos los pilotos y que será difícil calentar los neumáticos en la salida. Sainz espera que sea posible adelantar en la carrera, aunque reconoció que el circuito resulta más complicado de lo esperado en ese aspecto.