En Madrid, el 27 de octubre, el piloto español Carlos Sainz, de la escudería Williams, ha calificado su actuación en el Gran Premio de México como un desastre absoluto. Desde el inicio de la competición, donde sufrió daños en su vehículo tras un incidente en la primera curva, Sainz se vio obligado a renunciar a sus ambiciones, a pesar de haber mostrado un buen rendimiento en las prácticas.

El piloto describió la primera vuelta como un caos total, señalando que, a pesar de una salida decente, un embrollo en la curva inicial resultó en un choque que afectó su neumático delantero izquierdo. Además, Sainz se enfrentó a problemas secundarios debido a la rotura de los sensores de velocidad, lo que le valió sanciones cada vez que intentaba ingresar a los pits. "La carrera se nos escapó de las manos", lamentó en una entrevista para Dazn.

En sus declaraciones, Sainz hizo hincapié en la sanción de cinco posiciones que arrastró desde la carrera en Austin, una penalización que había catalogado previamente como excesiva. El piloto considera que salir en la duodécima posición incrementó las posibilidades de verse involucrado en un accidente durante la salida. "Hoy tenía un buen ritmo, pero la penalización de ayer y el incidente en la curva uno arruinaron nuestra estrategia", comentaba después de abandonar la carrera en la penúltima vuelta del Autódromo Hermanos Rodríguez.

Por último, Sainz subrayó la importancia de mantener una buena dirección en el rendimiento del coche. "Si hubiera limpiado la salida desde una posición más avanzada, quizás no habríamos pasado por esto. Al final, es la penalización de Austin lo que nos ha costado el fin de semana aquí", concluyó, demostrando su frustración ante una oportunidad perdida.