BRUSELAS, 24 de octubre. En un giro significativo de los acontecimientos, la Comisión Europea ha tomado medidas enérgicas contra las gigantes tecnológicas TikTok y Meta, acusándolas de no cumplir con las normativas de transparencia establecidas por la Ley de Servicios Digitales (DSA). La falta de acceso a datos internos por parte de investigadores autorizados puede costarles a estas empresas multas que alcanzan hasta el 6% de sus ingresos anuales a nivel global.

Las autoridades comunitarias han señalado que tanto TikTok como Meta han implementado mecanismos que dificultan la labor de los investigadores, limitando su acceso a información que resulta ser “parcial o poco fiable”. Esta situación ha sido determinada tras una revisión de los procesos por parte de la Comisión Europea.

En el caso específico de Meta, las críticas se extienden a la incapacidad que enfrentan los usuarios de Instagram y Facebook para reportar contenidos ilegales, como el material de abuso infantil o propaganda terrorista. Además, se les dificulta apelar las decisiones de moderación, lo que impide que puedan defender sus derechos de manera adecuada frente a decisiones arbitrarias del gigante tecnológico.

Henna Virkkunen, vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Soberanía Tecnológica, enfatizó que la confianza en las democracias depende de la transparencia, lo que significa que las plataformas deben respetar los derechos de sus usuarios y facilitar el acceso a los procesos de evaluación y control.

Tras las conclusiones de la investigación preliminar, se abre un periodo en el que TikTok y Meta pueden ejercer su derecho a defenderse y presentar propuestas a la Comisión para remediar las anomalías encontradas. Si no llegan a un acuerdo y se formalizan las acusaciones, las sanciones podrían ser significativas para ambas empresas.

Virkkunen reafirmó que la obligación de transparencia bajo la DSA es innegociable y que corresponde a las plataformas rendir cuentas a los usuarios y a la sociedad en su conjunto. Esta normativa, lejos de ser un mecanismo de censura como argumentan las empresas, es vista como una herramienta que otorga poderes a los usuarios para luchar contra decisiones de contenido unilaterales.

Desde la aplicación de la DSA en abril de 2024, Meta ha tomado más de 918 millones de decisiones de moderación que han impactado a usuarios en Europa, de las cuales aproximadamente 68 millones han sido apeladas. Las estadísticas revelan que el 31% de estas apelaciones han tenido éxito, lo que resultó en el restablecimiento de contenido que había sido retirado inicialmente, según informaron fuentes de Bruselas.