Crónica España.

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Bruselas ajusta al 3% la proyección de crecimiento económico español para 2024, pendiente del impacto de la DANA.

Bruselas ajusta al 3% la proyección de crecimiento económico español para 2024, pendiente del impacto de la DANA.

La situación económica de España ha suscitado importantes preocupaciones en Bruselas, especialmente en relación con el cumplimiento de los objetivos de déficit. En una reciente evaluación, la Comisión Europea ha elevado sus previsiones de crecimiento para la economía española en 2023, situándolas en un optimista 3%, lo que representa una mejora notable respecto a la estimación anterior de mayo, que se encontraba en un 2,1%. Sin embargo, este panorama viene acompañado de un oscuro pronóstico: un posible incumplimiento de los objetivos de déficit a partir de 2025.

A pesar de las previsiones alentadoras del Ejecutivo comunitario, que contrasta con las más conservadoras del Gobierno español, que esperaba un crecimiento del 2,7%, la realidad parece menos favorable en términos de sostenibilidad económica. España se posiciona como una de las principales economías de la Unión Europea, junto a Polonia, con una expansión proyectada, aunque se prevé que estos avances se vean comprometidos por factores imprevistos, incluyendo el impacto de la DANA en el sur del país.

Las autoridades de Bruselas han subrayado que, a pesar de la mejora en las proyecciones, han decidido no considerar el impacto que las recientes inundaciones han podido tener en la economía. Sin embargo, alertan sobre los posibles efectos colaterales que estos desastres naturales pueden tener en las infraestructuras dañadas, lo que podría repercutir a largo plazo en la productividad de las regiones afectadas y, por ende, en la economía nacional. Esto, sumado a las interrupciones en la actividad económica, podría reactivar presiones inflacionistas, especialmente en el sector alimentario, un aspecto delicado que merece atención.

En esta misma línea, la Comisión mantiene su previsión de un déficit del 3% para el año 2024, una cifra que se ha constituido en un argumento en favor del Gobierno español para evitar un expediente por déficit excesivo. A pesar de que se cerrará 2023 con un desfase del 3,5%, lo que infringe las normas fiscales establecidas, se apela a este nuevo pronóstico como un salvavidas. Sin embargo, las autoridades comunitarias no esconden su preocupación ante el riesgo de incumplimiento de los objetivos establecidos en el plan de ajuste, ya que sus proyecciones hacen sombra a las expectativas del Gobierno.

Cabe mencionar que, según las previsiones que ha hecho públicas la Comisión Europea, España podría enfrentar un déficit del 2,6% en 2025, apenas un punto porcentual por encima del objetivo de 2,5% del plan actual, y un 2,7% para 2026, muy por encima del 2,1% al que se comprometió. Estas cifras dejan entrever la posibilidad de que el país no solo no cumpla con los objetivos, sino que, además, enfrente un deterioro fiscal en los próximos años.

Las proyecciones de otoño también indican que la relación deuda/PIB continuará su descenso, comenzando desde un 102,3% en 2024 y esperando llegar al 101,3% en 2025 y al 101,1% en 2026. Esta reducción gradual es un aspecto positivo, pero no elimina las preocupaciones sobre otras variables económicas que siguen siendo desfavorables.

En el ámbito inflacionario, se anticipa que la inflación en España caerá al 2,8% este año, lo que representa una ligera mejora respecto a la estima de 3,1% presentada en primavera. Asimismo, se prevé una continua disminución, con expectativas de 2,2% en 2025 y 2% en 2026, destacándose así una necesaria estabilización en este aspecto crucial de la economía.

No obstante, el desempleo sigue siendo una gran preocupación, ya que se espera que en 2024 España mantenga la tasa más alta de la Eurozona, alcanzando el 11,5%, lejos de las cifras de la eurozona (6,5%) y de la UE (6,1%). Sin embargo, también se proyecta que el empleo experimentará un crecimiento del 2,3% en 2024, aunque este crecimiento se reducirá al 2,1% en 2025, lo que plantea cuestionamientos sobre la sostenibilidad a largo plazo del mercado laboral español.