El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha reiterado su llamado a brindar más apoyo al Servicio Secreto y ha instado al Congreso a satisfacer sus necesidades, luego de un tiroteo en Florida que está siendo investigado por el FBI como un potencial segundo intento de asesinato contra el ex presidente Donald Trump.
"Gracias a Dios que el presidente está a salvo," expresó Biden a los periodistas, dejando en claro su apoyo a proporcionar más recursos a la agencia encargada de proteger a las principales autoridades del país, para que puedan determinar cómo fortalecerse, tal como lo indicó en su primera reacción tras el ataque.
El Servicio Secreto ya había estado en el ojo del huracán tras un intento de magnicidio contra Trump en julio, cuando recibió un disparo en la oreja durante un mitin en Pensilvania. La entonces directora de la agencia, Kimberly Cheatle, renunció a su cargo por estos sucesos.
Su sustituto interino, Ronald Rowe, se trasladó a Florida para seguir de cerca las investigaciones y, según un portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, se quedará "indefinidamente."
Rowe tiene planeado visitar el campo de golf donde ocurrieron los hechos, aunque aún no se ha confirmado una reunión con Trump. Guglielmi mencionó que están trabajando para coordinar este encuentro con el ex presidente, quien en esta ocasión no resultó herido.
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