MADRID, 3 de enero. En una decisión que ha generado un gran debate, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha optado por bloquear la adquisición de United States Steel Corporation (US Steel) por parte de la empresa siderúrgica japonesa Nippon Steel Corporation. El valor de esta transacción asciende a casi 15.000 millones de dólares, equivalente a 14.536 millones de euros. Este movimiento se justifica, según la administración saliente, por motivos de seguridad nacional.

Biden, quien se prepara para dejar el cargo el próximo 20 de enero, cuando asumirá Donald Trump, ha argumentado que esta orden refleja su "solemne responsabilidad" como líder de la nación para asegurar que Estados Unidos mantenga una industria siderúrgica robusta y autónoma. Esta decisión se alinea con una visión de fortalecimiento de los sectores industriales nacionales en momentos en que el país enfrenta desafíos en la gestión de su infraestructura y seguridad económica.

Con esta acción, Biden busca que US Steel continúe siendo una empresa "orgullosamente estadounidense", con propiedad y operación a cargo de trabajadores siderúrgicos estadounidenses organizados en sindicatos. El enfoque en el mantenimiento de la identidad y autonomía industrial es un elemento clave en el discurso del presidente, que aboga por la defensa de los intereses laborales y económicos locales.

El presidente ha declarado: "La acción de hoy refleja mi compromiso inquebrantable de utilizar todas las autoridades a mi disposición como presidente para defender la seguridad nacional de Estados Unidos." Esta afirmación pone de relieve su intención de proteger la integridad de las empresas nacionales que operan en sectores estratégicos para el bienestar del país.

Biden, reafirmando su liderazgo, ha añadido: "Nunca dudaré en actuar para proteger la seguridad de esta nación y su infraestructura, así como la resiliencia de sus cadenas de suministro." De esta manera, busca tranquilizar a los ciudadanos sobre su enfoque proactivo ante los retos que enfrenta el país en su economía y defensa nacional.

La decisión sobre la posible compra de US Steel por Nippon Steel fue remitida al presidente el pasado 23 de diciembre por el Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS). Esto obligó a Biden a tomar una resolución en un plazo de 15 días, convirtiéndose en una de sus últimas decisiones significativas antes de la asunción de Trump, quien ha expresado visiones contrastantes sobre la política industrial.

La compañía japonesa había anunciado recientemente una prórroga para completar la transacción, extendiendo el plazo hasta el primer trimestre de 2025, en lugar de su fecha original que estaba prevista para el tercer o cuarto trimestre de 2024. Nippon Steel se mostró optimista al buscar una evaluación justa y objetiva de esta adquisición, destacando sus planes de inversión en las instalaciones y el personal de US Steel.

Es importante señalar que este acuerdo ya contaba con el respaldo de los accionistas de US Steel desde abril, pero también enfrentó oposición por parte de Trump, quien había manifestado su determinación de proteger a la empresa de Pittsburgh mediante la imposición de aranceles e incentivos fiscales, subrayando así las diferencias en la política económica entre el saliente y el entrante presidente.