BRUSELAS, 29 de octubre. En un comunicado emitido el día de hoy, el ministro de Defensa de Bélgica, Theo Francken, ha revelado un preocupante acontecimiento que tuvo lugar el sábado pasado, cuando varias aeronaves no tripuladas sobrevolaron las instalaciones militares en Marche-en-Famenne, al sur del país. Francken ha anunciado la apertura de una investigación para esclarecer los hechos y ha abogado por la urgente necesidad de derribar estos dispositivos aéreos en situaciones similares.

El ministro expresó su inquietud a través de sus redes sociales, donde destacó que los drones permanecieron en el espacio aéreo de zonas "estratégicas" del cuartel general durante un periodo de tiempo considerable, un hecho que califica como "alarmante".

Asegurando que el incidente no fue resultado de meros aficionados, sino de operativos con una gran experiencia en el manejo de drones, Francken hizo hincapié en que los protocolos fueron correctamente respetados. En su mensaje, también indicó que las investigaciones están siendo llevadas a cabo por la policía y la dirección general de Medio Ambiente.

El ministro subrayó que cualquier incursión de este tipo en instalaciones militares es "absolutamente inaceptable" y defendió la postura de que las autoridades deben estar en condiciones de "derribar" drones intrusos.

Este incidente se da en un contexto más amplio, ya que apenas unas semanas atrás, autoridades belgas informaron sobre un evento similar con otros 15 drones que sobrevolaron la base militar de Elsenborn, ubicada en el sureste del país.

La situación en Bélgica se enmarca en una serie de episodios recientes relacionados con drones en otros países europeos, incluyendo Polonia, Rumanía y Dinamarca. Estas inquietantes tendencias han llevado a la OTAN a tomar cartas en el asunto y han motivado a la Unión Europea a proponer la creación de un sistema de defensa "antidrones" para proteger el espacio aéreo europeo de nuevas incursiones.