En un movimiento significativo en el sector bancario, el banco español BBVA ha formalizado un acuerdo estratégico con el fondo de pensiones de los Países Bajos, PGGM. Esta colaboración implica la transferencia del riesgo de una cartera de préstamos corporativos, que asciende a un impresionante monto de 2.000 millones de euros, según lo divulgado en un comunicado oficial de la entidad.
Las operaciones de esta naturaleza se enmarcan dentro de lo que se conoce como transferencias significativas de riesgo (SRT, por sus siglas en inglés), una práctica que ha comenzado a proliferar entre las instituciones bancarias de Europa. Esta tendencia responde a la necesidad de optimizar la gestión del riesgo y mejorar la solidez financiera de los bancos en un entorno económico cambiante.
A diferencia de deshacerse completamente de la cartera a través de una venta total del préstamo, BBVA opta por mantener dichos préstamos en su balance. No obstante, el banco los tituliza, lo que le permite ceder parte o la totalidad del riesgo de impago asociado. Este enfoque es fundamental para liberar capital, lo cual permite continuar con la formalización de nuevos préstamos, en un ciclo que beneficia tanto al banco como a sus clientes potenciales.
Un aspecto notable de este acuerdo es que ha sido estructurado utilizando un mecanismo de precios que se relaciona con criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Específicamente, el 40% de la cartera está vinculado a métricas de rendimiento en sostenibilidad, lo que refleja un compromiso creciente del sector bancario con prácticas que promueven la sostenibilidad.
BBVA ha destacado que esta transacción establece un nuevo estándar en el sector financiero, al integrar de manera efectiva los factores ESG en los mercados de capitales. Entre los objetivos de sostenibilidad que se persiguen a través de esta operación se encuentran la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la mejora en la eficiencia del uso del agua y el fomento de la diversidad de género en posiciones directivas, entre otros importantes aspectos sociales y ambientales.
La cartera en cuestión incluye préstamos otorgados a destacados clientes corporativos localizados en Estados Unidos, España y diversas naciones europeas, lo que subraya la presencia y la influencia de BBVA en el ámbito financiero internacional.
Por otro lado, el fondo de pensiones PGGM, que gestiona activos valorados en 257.000 millones de euros y que beneficia a 5,6 millones de participantes, se posiciona como un actor clave en este convenio, mostrando su interés por diversificar y asegurar sus inversiones en el marco de un panorama financiero cada vez más competitivo y orientado a la sostenibilidad.
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