Avance normativo medioambiental Euro 7 aprobado por el Parlamento Europeo, pendiente de revisión de Consejo y Comisión.
El Parlamento Europeo ha aprobado hoy la propuesta del Reglamento de Emisiones de Euro 7, un importante texto que aborda los temas medioambientales relacionados con los vehículos y la reducción de sus emisiones. La votación final arrojó 329 votos a favor, 230 en contra y 41 abstenciones. Ahora, el Consejo Europeo y la Comisión Europea continuarán con el proceso, y se espera que concluya a principios de diciembre.
Según un comunicado de prensa emitido por el organismo comunitario, el nuevo reglamento tiene como objetivo actualizar los límites actuales para las emisiones de escape, incluyendo óxidos de nitrógeno, partículas, monóxido de carbono y amoníaco. Además, introducirá nuevas medidas para reducir las emisiones de neumáticos y frenos, y aumentar la durabilidad de las baterías de los vehículos.
Los eurodiputados han expresado su acuerdo con los niveles propuestos por la Comisión para las emisiones contaminantes de los automóviles, pero también han propuesto un desglose adicional de las emisiones en tres categorías para los vehículos comerciales ligeros, según su peso.
Además, se han propuesto límites más estrictos para las emisiones de gases de escape tanto en pruebas de laboratorio como en condiciones reales de conducción para autobuses y vehículos pesados.
Otro aspecto importante es que el Parlamento busca armonizar las metodologías de cálculo y los límites de la Unión Europea en cuanto a las emisiones de partículas de freno y las tasas de desgaste de los neumáticos con las normas internacionales desarrolladas por la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas.
La encargada de la elaboración de esta normativa es la eurodiputada checa Alexandr Vondra, perteneciente al grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, por sus siglas en inglés). En relación a la aprobación del reglamento, Vondra afirmó que han logrado encontrar un equilibrio entre los objetivos medioambientales y los intereses vitales de los fabricantes. Además, señaló que aplicar políticas medioambientales extremas sería contraproducente y perjudicaría tanto a la industria europea como a sus ciudadanos. Con su compromiso, aseguró que se sirve a los intereses de todas las partes involucradas y se evita adoptar posturas extremas.