MADRID, 14 Nov. - El Ejército de Israel ha llevado a cabo la demolición de la vivienda de un palestino involucrado en un ataque que tuvo lugar en junio cerca de un asentamiento en Cisjordania. Este ataque resultó en la muerte de cuatro israelíes, y la demolición se llevó a cabo como parte de la política israelí de destruir las viviendas de los implicados en actos terroristas, según ha informado el comunicado publicado en la página web del ejército.
El apartamento de Muhamad Falé Shehadé, miembro de la organización terrorista Hamás, fue derribado temprano por la mañana en la localidad de Urif. Ya en octubre, se había demolido la residencia del segundo involucrado en el ataque, Jaled Mustafá Sabá. El ataque tuvo lugar el 20 de junio en un asentamiento llamado Eli, cerca de una gasolinera. Este incidente ocurrió en medio de un aumento de la violencia en 2023, antes del asalto lanzado por Hamás desde la Franja de Gaza.
Además, durante las últimas horas, el Ejército de Israel ha llevado a cabo operaciones en Cisjordania que resultaron en la detención de 20 personas. También se realizó un bombardeo contra un "escuadrón terrorista" en Tulkarem. Según el ejército, el avión militar atacó al escuadrón que estaba lanzando explosivos contra militares israelíes para neutralizar la amenaza y permitir que continuara la operación. Por su parte, las autoridades palestinas han denunciado la muerte de seis personas en enfrentamientos con las tropas israelíes en la ciudad.
Según el Ejército israelí, aproximadamente 1.700 personas han sido detenidas desde el inicio de la guerra, y cerca de 950 de ellas tienen vínculos con Hamás. Estas detenciones se han llevado a cabo en el marco de las operaciones de seguridad en la región.
A principios de noviembre, Liz Throssell, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, expresó su preocupación por la situación en Cisjordania y Jerusalén Este, calificándola de "alarmante y urgente". Throssell afirmó que las fuerzas israelíes han incrementado el uso de tácticas y armas militares en las operaciones de seguridad, y recordó que las operaciones de seguridad deben regirse por el Derecho Internacional Humanitario, que prohíbe el uso intencionado de fuerza letal a menos que sea estrictamente necesario para proteger vidas.
En total, los ataques perpetrados por Hamás en Israel han dejado alrededor de 1.200 muertos y más de 240 secuestrados. Las autoridades de Gaza, bajo el control del grupo islamista, han denunciado más de 11.200 muertos en la Franja, mientras que más de 180 palestinos han muerto a manos de las fuerzas israelíes o en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.