En un día trágico para el sur de Líbano, al menos 25 personas han perdido la vida a causa de los recientes bombardeos por parte del Ejército de Israel. Las autoridades sanitarias del país han confirmado esta devastadora noticia, que pone de manifiesto la cruda realidad de un conflicto que parece no tener fin.
El ministro de Sanidad, Firas Abiad, ha denunciado en una rueda de prensa la situación de "guerra total" que vive el país a manos de Israel. Desde octubre del año pasado, se contabilizan 1.565 fallecidos en medio de los enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y el grupo Hezbolá. La escalada de violencia solo ha traído más sufrimiento a la población, con un número elevado de heridos que sigue en aumento.
En un contexto en el que se busca una solución diplomática, Abiad ha destacado la responsabilidad de las partes involucradas. Mientras algunas buscan la paz, otras continúan atacando de forma indiscriminada a los civiles, dejando un rastro de destrucción y muerte a su paso.
De forma especialmente trágica, se reporta la muerte de nueve miembros de una misma familia en Shebaa, tras un bombardeo en la madrugada. La crueldad de la guerra se hace patente en la pérdida de vidas inocentes, incluida la de una mujer embarazada, en un acto que no conoce límites ni justificaciones.
Con un saldo estimado de 800 muertos y más de 2.000 heridos desde el comienzo de la oleada de ataques el lunes, la situación en la región se vuelve cada vez más desgarradora. Los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá han sumido a la población en un estado de terror y desesperación, con consecuencias devastadoras que parecen no tener fin.
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