Crónica España.

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Arturo Colorado asegura que solo se han recuperado 15 de las 20,000 obras confiscadas durante el franquismo.

Arturo Colorado asegura que solo se han recuperado 15 de las 20,000 obras confiscadas durante el franquismo.

En Madrid, el 27 de julio, un destacado académico de la Universidad Complutense ha arrojado luz sobre el oscuro tema del patrimonio artístico durante la Guerra Civil y la posguerra en España. Arturo Colorado, reconocido investigador en este campo, ha revelado que ha indagado en más de 20.000 obras que fueron confiscadas en la zona central del antiguo territorio republicano, que abarca ciudades como Madrid, Guadalajara, Toledo y Cuenca. Sin embargo, lamenta que hasta la fecha solo se han logrado devolver unas 15 piezas a sus legítimos propietarios.

En una reciente entrevista, Colorado destacó el lento y dubitativo avance en la restitución de estas obras, precisando que hasta ahora solo se han devuelto tres obras a la familia de Ramón de la Sota y once a la familia de Pedro Rico, quienes todavía esperan por otras tres que se encuentran en el Museo de Bellas Artes de Asturias. También denunció la falta de transparencia y la resistencia de algunas instituciones públicas para abordar esta problemática, señalando que hay 25 pinturas que pertenecían a Pedro Rico y de las cuales once aún están desaparecidas.

A medida que la investigación se expande a otras regiones de España, como Cataluña, Andalucía, el País Vasco y la Comunidad Valenciana, el experto advierte que el número total de obras incautadas podría ser mucho más elevado, estimando que podría alcanzar las 40.000 piezas. “Sin un enfoque integral, es improbable que se logre una evaluación completa del despojo cultural que se produjo durante la era franquista”, afirmó Colorado.

El académico también ha resaltado que un gran porcentaje de las obras confiscadas han encontrado su camino hacia museos, instituciones públicas y la Iglesia. En este contexto, comentó que el Ministerio de Cultura tiene en su poder al menos dos obras incautadas, además de otros ministerios como el de Hacienda y Justicia, que también poseen bienes artísticos. Adicionalmente, mencionó que varias universidades han recibido depósitos de estas obras, aunque, hasta ahora, solo algunas han llevado a cabo investigaciones al respecto.

Arturo Colorado observó que, en algunas instituciones, se han tomado la iniciativa de consultar expertos externos para garantizar la objetividad en la evaluación de estas obras. Sin embargo, criticó que el Ministerio de Cultura esté llevando a cabo su propia investigación sin permitir la participación de externos. Esto ha resultado en un informe que, en su opinión, infló el número de piezas incautadas a más de 5.500, lo que considera un obstáculo para una contabilización precisa de las obras realmente existentes.

En cuanto al futuro de la investigación, Colorado expresó su preocupación de que el Ministerio de Cultura no siga buscando las miles de obras que faltan, ya que parece haber dado por cerrado el expediente con los nueve museos investigados. “Sus esfuerzos parecen más motivados por la política que por un deseo genuino de esclarecer la verdad”, indicó, sugiriendo que el enfoque interno no garantiza imparcialidad.

Siguiendo con su análisis, el catedrático afirmó que existen más de 40 museos en toda España que albergan obras confiscadas, nombrando específicamente el Museo San Telmo de San Sebastián y el Museo de Bellas Artes de Valencia. La situación se complica, ya que sería difícil para el Ministerio abordar la investigación de las colecciones en museos no estatales. “Me temo que la magnitud del problema podría ser ignorada”, concluyó.

Además, Colorado reveló que hay más de 2.000 obras cuyo paradero es totalmente desconocido. En este sentido, enfatizó la necesidad de que la administración asuma un papel activo en la búsqueda, señalando que es una tarea monumental que no puede ser realizada por un solo investigador. “La falta de transparencia por parte de las instituciones es un reto añadido. Muchas se niegan a proporcionar información y se resisten a colaborar”, añadió.

Por primera vez, el académico ha confrontado la negativa de su propia universidad para acceder a la investigación, así como del Ministerio de Educación, que también rechazó su solicitud al considerar que era excesiva. A pesar de esto, reconoció que algunas instituciones, como el Museo de Bellas Artes de Asturias y el Ministerio de Justicia, han tenido actitudes más abiertas y colaborativas.

Por último, cuando se le preguntó sobre un posible cambio de gobierno y su efecto en el tema de las incautaciones, Colorado afirmó que la cuestión de las obras confiscadas es un asunto ineludible que debe abordarse desde una perspectiva de justicia histórica, más allá de ideologías. “Este es un reto que todos debemos enfrentar y no creo que haya consenso hacia la negativa de resolverlo”, concluyó, a pesar de mostrar incertidumbre ante el clima de polarización actual que podría obstaculizar el progreso en este tema.