MADRID, 26 Dic. (CHANCE) -
Cada vez son mucho más las reconocidas que deciden hacerse con un cambio de look y romper con su imagen personal para ofrecer un giro de 180º en su historia. Esta vez, fué el momento de Ana Soria, quien eligió por efectuarse un cambio de look días antes de la entrada a un nuevo año.
La influencer dejó atrás el pelo rubio que le caracterizaba para ofrecer paso a una cabellera morocha, indudablemente entre los colores que viene pisando fuerte para este 2023. Y es que la inclinación de volverse castaña fué incrementando en los últimos meses y son ya múltiples las reconocidas que tomaron esta resolución.
Hace solo algunas semanas era María Pombo la que decidía pasar a este color de pelo, despidiéndose de esta forma de su característica y clásico melena rubia. Aunque la influencer confesó que este cambio extremista lo hacía por necesidad, puesto que toda vez que se veía la raíz natural de su color se volvía a teñir, algo muy dañino para el pelo.
La novia de Enrique Ponce semeja que siguió exactamente los mismos pasos con este enorme cambio, pero sin ofrecer explicaciones. Seguramente, su pelo estaría tolerando las duras secuelas de efectuar distintas tratamientos pilíferos para soportar el color rubio, con lo que asimismo habría optado por el moreno.
O quién sabe si la joven influencer eligió por este cambio de look tan extremista para cerrar etapas. Son muchas la gente que eligen por un cambio de imagen para cerrar episodios, como por servirnos de un ejemplo para terminar con este año y iniciar uno con mucho más fuerzas. Aunque asimismo acostumbran a efectuarse para pasar página tras una separación, ahora acostumbramos a usar la tijera para mencionarle adiós a nuestro pelo como símbolo de despedida a nuestra expareja.
De instante, poco entendemos sobre las navidades que el torero y Ana Soria viven. Hace algunas semanas Enrique Ponce prefería no llevar a cabo afirmaciones sobre de qué forma iba a pasar estas fiestas al lado de la joven. A pesar de llevar prácticamente tres años de relación, los dos quisieron ser realmente sutiles y sostenerse ajeno del foco mediático.
Han sido múltiples los comentarios que apuntaban a que 2023 podría ser el año en el que la pareja diera un paso mucho más en su deber y contrajera matrimonio, si bien no es algo que en este preciso momento esté entre sus preferencias. Ana sigue con sus estudios de Derecho en Almería y semeja que, de momento, prosigue volcada absolutamente en ellos.