MADRID, 11 Oct. (CHANCE) -
José Ortega Cano está en el punto de atención por su surrealista declaración de amor a Ana María Aldón en 'El software de Ana Rosa'. Después de garantizar que él no piensa en romper su matrimonio pues prosigue enamorado de su mujer si bien solamente hay comunicación entre los dos - "Yo a ella sí la deseo pero a lo destacado yo no soy del gusto de ella" confesaba - el torero no tenía la duda en soliciar una exclusiva ocasión a la gaditana directamente con un comentadísimo mensaje que nos dejó verdaderamente atónitos: "Que te deseo cariño, te prometo una cosa. Todavía mi semen es de fuerza, ¡vamos a por la pequeña! Te amo y vamos a juntarnos y a querernos. Te deseo" exclamaba viendo a cámara.
Unas expresiones que han liberado varias críticas contra Ortega Cano por la parte de varios semblantes populares; mientras que Rocío Carrasco las ha tachado de "vergonzosas" y reveló que el torero "tiene una obsesión con la virilidad", Belén Esteban ha confesado que si ella fuera Ana María "le pondría las maletas en la calle", y Rosa Benito ha comentado que el diestro "no está bien" y lo demostró con su entrevista en 'El software de Ana Rosa'.
Una surrealista declaración de amor a la que Aldón no ha reaccionado de momento, en tanto que se dice que se reserva para charlar en el software 'Celebración' este 12 de octubre. Sin embargo, ha llamado la atención que esta mañana Ana María y Ortega Cano se dejaron ver juntos y sin la compañía de su hijo, su único nexo de unión desde hace unos meses.
La pareja, realmente seria, fué a una estación de servicio a fin de que la andaluza inflase las ruedas de su turismo - con las que semeja tener inconvenientes puesto que la vimos repitiendo exactamente la misma operación múltiples ocasiones en las últimas semanas - y mientras que ella se bajaba del turismo y se 'peleaba' con el inflador, el torero se quedaba descansando en el turismo.
Una actitud cuanto menos atractiva, puesto que Ana María era inútil de hinchar las ruedas y ha necesitado la asistencia de múltiples noteros, que han 'auxiliado' a la cooperadora mientras que Ortega Cano - que siempre y en todo momento ha presumido de ser un caballero - continuaba impasible en el interior el vehículo.
En un instante particular, y observando que su mujer y sus improvisados asistentes no eran capaces de solucionar el inconveniente, el torero ha salido del turismo si bien, en vez de asistir, se ha con limite a hacerle una pregunta realmente serio a Ana María qué pasaba con las ruedas. ¡Dale al play y no te pierdas el instante!