MADRID, 4 Oct. (CHANCE) -
Absoluta normalidad. Eso es lo que prosigue habiendo en el hogar familiar de José Ortega Cano y Ana María Aldón después de las afirmaciones de la gaditana en 'Celebración' ratificando su separación tras meses arrastrando una grave crisis marital que, con lo que ha confesado, no pudieron sobrepasar.
"Vivimos juntos, hay cordialidad, respeto y un niño bello. Vivimos bajo exactamente el mismo techo pero cada uno de ellos transporta su historia. No hacemos proyectos de pareja pero sí proyectos con nuestro hijo" reveló, asegurando que la situación de hoy "es preferible de lo que teníamos. Era irrealizable continuar de esta manera y no es bien difícil realizar lo que hacemos en este momento, todo es acostumbrarse".
Una separación muy pensada, puesto que como ha señalado Ana María, "las inquietudes las despejas en el momento en que lo tienes claro y no me planteo ofrecer un paso atrás. Hacia adelante siempre y en todo momento".
Unas afirmaciones después de las que la diseñadora y Ortega Cano prosiguen con su día a día tal y como si nada hubiera pasado, eludiendo ingresar en datos sobre el próximo paso que van a dar una vez confirmada su separación marital.
Más allá de que se especula con que Ana María podría iniciar una exclusiva vida en alguna casa próxima al residencia familiar, de momento los dos prosiguen bajo exactamente el mismo techo y este lunes se dejaron ver separadamente escenificando que su relación es ya cosa del pasado.
Por la mañana fué a Ortega Cano al que vimos llegando a su vivienda en bicicleta. Tranquilo, impasible e inclusive con una rápida sonrisa en ciertos instantes, el torero se mostró indiferente a las afirmaciones de su mujer ratificando su separación, sobre la que ha favorito almacenar silencio.
Ana María, por su lado, salía de la vivienda a mediodía para llevar a una amiga hasta la estación de Atocha y, seria y sortea más allá de que fué ella misma quien reveló su separación, dejó en el aire si su resolución es determinante o se expone una reconciliación con el torero. El instante, ¡en el próximo vídeo!
