La diseñadora, que afirma que no está "por la tarea" de enamorarse tras su separación de Ortega Cano, deja claro que no posee ningún temor del torero y en su dormitorio no hay pestillo, como Rocío Carrasco ha contado que había en el de su madre
MADRID, 2 Nov. (CHANCE) -
No cabe duda. Aclarar tanto públicamente como en privado su situación con José Ortega Cano y decir sin medias tintas que su matrimonio se encontraba roto y que el desarrollo de divorcio se encontraba en marcha era algo que Ana María Aldón precisaba y que le ha quitado un peso de encima.
Lejos quedaron las imágenes en las que veíamos a la cooperadora hundida y sin poder esconder su tristeza. Ahora ha recuperado la ilusión, encara fuertemente y alegría su porvenir sin el torero y, de a poco, es de nuevo esa mujer de 44 que deseaba vivir y gozar de su juventud.
Coincidiendo con la noche de Halloween, y mientras que Ortega Cano asistía al cumpleaños de la bailarina María Rosa - una celebración donde se dejó ver de lo mucho más relajado - Ana María ha gozado de una entretenida cena con amigas en un popular lugar de comidas de la ciudad más importante.
Una comida que se prolongó por varias horas y tras la que la gaditana se mostró tan entretenida como espontánea, tomándose con enorme sentido del humor sus adversidades para localizar su vehículo y el hecho de estar a puntito de meterse en un vehículo afín al de el cuyo conductor se encontraba dentro y con el que no vaciló en bromear.
"Es la noche mucho más terrorífica del año, pero para mí no lo es, me lo paso realmente bien" ha comentado con una enorme sonrisa, dejando claro que pese a haber recuperado su historia popular no posee intención de localizar nuevamente el cariño: "No hijo no, no estoy por la tarea".
Al margen de las críticas por la tranquilidad con la que se está tomando la búsqueda de casa para dejar el residencia de Ortega Cano, Ana María afirma que es algo que "no me toca ni los tobillos ni nada"; y en relación a la inminente novedosa entrevista de su hija Gema Aldón en 'Sálvame' - este miércoles - lo sabe: "Estoy muy feliz, dejáme que no está el horno para bollos".
Por último, y tras sus adversidades para conseguir el turismo, la andaluza no ha dudado en ofrecer la cara por el torero y, después de las afirmaciones de Rocío Carrasco revelando que Rocío Jurado puso un candado en su habitación pues tenía temor, afirma que "yo no tengo temor si bien a las 12 lo cierro todo. Te tengo temor a ti en el momento en que te veo venir con la alcachofa". ¡Dale al play y no te pierdas el surrealista instante y las afirmaciones de Ana María!