MADRID, 11 Ago. (CHANCE) -
Agotada, delgadísima y "muy flojita". Así está Ana María Aldón frente su viable separación de José Ortega Cano, un tema del que se especuló que podría charlar a golpe de única pero sobre el que la cooperadora elige almacenar silencio de momento. Alejada del foco mediático desde el instante en que salió a la luz la despiadado discusión que tuvo con el torero y con Gloria Camila el pasado 24 de julio - última vez que coincidieron en exactamente el mismo lugar y que terminó con su marido abandonando la vivienda familiar - la andaluza se refugia en Costa Ballena y, según fuentes próximas, no posee fuerzas para nada y hay días que aun fué inútil de levantarse de la cama.
Arrasada, Ana María se puso a cargo de expertos para procurar sobrepasar este especial trance y ser de nuevo exactamente la misma de siempre y en todo momento - sin aclarar si con Ortega Cano a su lado o no - pero, lejos de lo que podíamos meditar, no se trata con un sicólogo o un psiquiatra, sino quien la ayuda a sobrellevar la presión es un entrenador del Opus Dei que tendría preocupado a su ambiente próximo, que no piensa que la religión sea en este momento la solución a la depresión que padecería la diseñadora.
Una información que desveló 'Sálvame' este miércoles, apuntando que Ana María se estaría refugiando en su fe y en los últimos tiempos se habría acercado a la institución católica a través de este entrenador y de su nuevo gerente, asimismo del Opus, y que estarían tratando que la andaluza se transformase en integrante activo de la Obra.
Sin corroborar ni desmentir esta novedad, Ana María Aldón procura proseguir con su historia y, volcada en su hijo José María, ha visitado con el pequeño un centro comercial próximo a su hogar. Muy seria y delgada, si bien con un aspecto muy precaución - con maxi pandientes, unas modernas lentes de sol y una atractiva manicura - la diseñadora retornaba a casa a última hora de la tarde sin pronunciarse sobre el especial instante anímico que está atravesando ni sobre su viable separación con Ortega Cano. ¡Dale al play!
