La ONG destaca que las tropas israelíes han llevado a cabo actos de destrucción arbitraria y un castigo colectivo
MADRID, 5 Sep.
La organización no gubernamental Amnistía Internacional ha pedido este jueves investigar como crímenes de guerra las acciones realizadas por el Ejército de Israel para establecer una 'zona de amortiguación' en la Franja de Gaza y ha subrayado que estas acciones implican actos de destrucción arbitraria y castigo colectivo.
"La implacable campaña de devastación en Gaza constituye una destrucción arbitraria. Nuestra investigación demuestra que las fuerzas israelíes han destruido edificios residenciales, obligando a miles de familias a abandonar sus hogares y convirtiendo sus tierras en inhabilitadas", declaró Erika Guevara Rosas, directora general de Investigación, Incidencia, Política y Campañas de Amnistía Internacional.
Por lo tanto, enfatizó que "la creación de una 'zona de amortiguación' no debe significar el castigo colectivo de la población civil palestina que residía en esas áreas" y reiteró que "las acciones que tome Israel para protegerse de los ataques desde Gaza deben cumplir con las obligaciones del Derecho Internacional, incluida la prohibición de destrucción arbitraria y castigo colectivo".
La ONG ha subrayado que, según sus investigaciones, las tropas israelíes han destruido tierras agrícolas y edificios civiles con excavadoras y explosivos, incluyendo la destrucción de barrios enteros en la región y de viviendas, escuelas y mezquitas.
El análisis de imágenes por satélite y videos compartidos por militares israelíes en redes sociales desde octubre de 2023 hasta mayo de 2024, muestra terrenos arrasados de entre uno y 1,8 kilómetros de ancho en la frontera.
Amnistía Internacional señaló que las propias autoridades israelíes han reconocido la destrucción de estructuras en la zona citando motivos de seguridad, como parte de la ofensiva desencadenada contra el enclave después de los ataques del 7 de octubre realizados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas.
En este sentido, han indicado que la 'zona de amortiguación' impuesta por Israel abarca aproximadamente 58 kilómetros cuadrados, lo que equivale a cerca del 16 por ciento de la Franja. En esa área, más del 90 por ciento de los edificios --más de 3,500-- han sido destruidos o gravemente dañados, mientras que más de 20 kilómetros cuadrados de terrenos de cultivo --el 59 por ciento del total en la zona-- han sido impactados.
La organización ha afirmado que la destrucción en las cuatro áreas investigadas se produjo después de que las tropas israelíes tomaran control operativo, por lo que no fue causada por enfrentamientos entre los militares y los grupos palestinos, sino por acciones llevadas a cabo de manera "deliberada" y "sistemática".
Dado esto, han argumentado que aunque es "probable" que las facciones palestinas hayan usado "algunas" de las estructuras destruidas en el pasado, esto no convierte automáticamente a esas estructuras en objetivos militares, y han reiterado que "la demolición punitiva de bienes civiles simplemente porque fueron utilizados por grupos armados está prohibida como forma de castigo colectivo".
"Si las Fuerzas Armadas israelíes creían que existía una necesidad militar para establecer una 'zona de amortiguación' para proteger a la población de Israel contra los ataques de grupos armados, aparentemente había otras opciones dentro de territorio israelí que permitirían lograr ese objetivo de acuerdo con el Derecho Internacional Humanitario y las obligaciones de Israel como potencia ocupante", explicó Amnistía Internacional.
Por lo tanto, han insistido en un comunicado que "dadas las otras opciones viables y la negativa a llevarlas a cabo, la extensa destrucción sistemática es desproporcionada para cualquier posible fin militar legítimo".
Amnistía ha mencionado como ejemplo de estas denuncias la situación en la localidad de Juzaa, ubicada en la gobernación de Jan Yunis (sur) y que albergaba a unos 11,000 palestinos antes del inicio de la ofensiva. Indicaron que en las siete semanas posteriores al 7 de octubre, 178 estructuras fueron destruidas o dañadas, según imágenes por satélite, pero la destrucción más significativa comenzó después de que las tropas israelíes entraran a finales de diciembre.
El comandante de la División de Gaza del Ejército de Israel, Avi Rosenfeld, declaró el 27 de diciembre que las tropas lucharían "con todas sus fuerzas para eliminar a los terroristas que se esconden arriba y debajo de la tierra" en Juzaa, después de lo cual un soldado compartió varios videos de demolición de viviendas con explosivos.
Además, han reiterado que las imágenes por satélite y los videos muestran que cientos de edificios residenciales, un cementerio y una escuela, fueron destruidos después de que las Fuerzas Armadas afirmaran haber derribado "hiundres de infraestructuras terroristas".
Salem Qudeih, un profesor que residía en Juzaa, mencionó que los bombardeos comenzaron el 8 de octubre, día en el que fallecieron varios de sus familiares. "Después de eso, todos abandonamos la zona, incluyendo a toda mi familia. Somos más de 500 familias", dijo a Amnistía Internacional.
Amnistía ha destacado que otras comunidades palestinas en diferentes partes del enclave han sufrido una destrucción similar, incluido el barrio de Shujaiya, uno de los más grandes de la ciudad de Gaza (norte), donde entre noviembre y enero se destruyeron o dañaron gravemente más de 750 estructuras en la 'zona de amortiguación', según datos de Naciones Unidas.
En esas mismas fechas fueron devastadas las áreas circundantes y el este de los campos de refugiados de Al Bureij y Al Maghazi, en el centro de Gaza, y han subrayado que Israel "no proporcionó ninguna prueba ni explicación sobre la necesidad militar imperiosa" de destruir estas zonas.
Del mismo modo, han señalado que los pueblos de Al Sureij y Abasan al Kabira, ubicados más al sur --al este de Jan Yunis--, sufrieron episodios similares de destrucción, donde las tropas israelíes avanzaron a finales de febrero de 2024. "El período coincide con la demolición de la mezquita de Omar bin Abdulaziz", recordaron.
Por todo ello, han enfatizado que el Derecho Internacional Humanitario, "que se aplica en situaciones de conflicto armado, incluso durante la ocupación militar", está compuesto por "normas cuyo objetivo principal es limitar, en la medida de lo posible, el sufrimiento humano en tiempos de conflicto armado".
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