MADRID, 18 Jul.
Amnistía Internacional ha denunciado este lunes, aniversario de las revelaciones sobre el Proyecto Pegasus, que la red social en todo el mundo prosigue sin pactar la suspensión global de la venta de programas espía, con el consiguiente descontrol en los sistemas de supervisión de todo el mundo.
Amnistía ten en cuenta que gobiernos de todo el planeta estaban usando el invasivo programa espía Pegasus, de la compañía NSO Group, para controlar "de forma ilícita a activistas de derechos humanos, mandatarios políticos, cronistas y expertos del derecho".
A pesar de "algunos pasos en la dirección adecuada", los causantes de Amnistía estiman que la actuación en este sentido de los gobiernos prosigue sin ser bastante.
"Resulta preocupante que las compañías de supervisión prosigan beneficiándose de violaciones de derechos humanos cometidas a escala global", ha proclamado Danna Ingleton, directiva anexa de Amnesty Tech.
Amnistía ten en cuenta que, en todo el último año, su Laboratorio sobre Seguridad descubrió nuevos asaltos con Pegasus en Marruecos y el Sáhara Occidental y en Polonia. Además, el laboratorio ha podido confirmar por su cuenta que, en varios casos, se proseguía usando Pegasus para agredir de forma ilícita a ciertas personas en países como El Salvador, Israel y Palestina, Polonia y España.
"El Proyecto Pegasus vino a rememorar la necesidad de accionar con carácter de urgencia para regular un ámbito que no tiene control. Es vergonzoso que los gobiernos de todo el mundo prosigan sin ofrecer un paso adelante para emprender en su integridad esta crisis de supervisión digital", ha lamentado Ingleton.
En esta época hay indagaciones abiertas y causas judiciales contra NSO Group atentos de resolución en Francia, India, México, Polonia y España. En marzo, el Parlamento Europeo estableció la Comisión PEGA para investigar el empleo de Pegasus y de otros programas espía en Europa.
Además, en el mes de noviembre de 2021, el gobierno de Estados Unidos incorporó a NSO Group a su Lista de Entidades por "realización de ocupaciones contrarias a la seguridad nacional o a los intereses de política exterior". Ese mismo mes, Apple presentó una demanda contra NSO Group para soliciar responsabilidades por la supervisión y los asaltos que habían sufrido individuos y usuarias de Apple.
Durante las últimas semanas ha trascendido que L3Harris, compañía contratista de defensa de Estados Unidos, negocia para hacerse con la propiedad del programa Pegasus. El futuro de NSO Group todavía es dudoso.
"Es exacto ponerse en contra a cualquier maniobra de NSO Group para cambiar su modelo empresarial con la intención de eludir la rendición de cuentas. Todo el ámbito de la supervisión quedó incapacitado y precisa una reforma urgente", asegura Ingleton.
"Proseguimos pidiendo la suspensión mundial de la venta, transferencia y empleo de programas espía mientras que no se instauren salvaguardias de derecho humanos que regulen sus empleo", concluye.