MADRID, 9 Oct.
Alejandro Valverde firmó este sábado el adiós de de los mejores corredores de la historia del ciclismo español, con aptitud para ganar en cualquier lote, más que nada en pruebas de un día, y que a sus 42 años dejó el deporte profesional con un meritorio sexto puesto en el Giro de Lombardía, donde a la orilla del lago de Como concluyó su extendida carrera deportiva de la manera que mejor sabe, rivalizando por todo hasta el último instante.
Una despedida que transporta años anticipándose, ya que los comentarios sobre que cada temporada iba a ser la última del 'Bala' se suceden desde antes que quedara segundo en La Vuelta 2019 con 39 años, e inclusive son anteriores a que ganara su ansiado Mundial en Austria en 2018. No por sosprechada duele menos entre los fanaticos del ciclismo ver de qué manera Valverde alzaba los brazos tras atravesar la línea de misión en el Giro de Lombardía tras ganar el esprint del conjunto perseguidor.
El murciano, que se realizó profesional en 2002, lo deja en 2022 tras innumerables km, 133 victorias y 32 participaciones en 'Enormes Vueltas', nueve de las que acabaron con Valverde subiéndose al cajón del podio, más allá de que por sus especificaciones podría haber logrado considerablemente más logros anteponiendo las 'tradicionales' en su calendario.
Alejandro Valverde, que compartió una parte de su trayectoria con otros corredores españoles muy importantes como Alberto Contador u Óscar Freire, no dosificó sacrificios y siempre y en todo momento se lanzó a por todo. Tiene un podio en el Giro de Italia (2016), otro en el Tour de Francia (2015) y siete en La Vuelta (vencedor en 2009, segundo en 2006, 2012 y 2019 y tercero en 2003, 2013 y 2014), aparte de haber participado en cinco Juegos Olímpicos: Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokyo 2020.
Sin embargo, su enorme victoria fue la del Mundial 2018. En Innsbruck, donde la selección de españa de fútbol se conjuró para ganar diez años antes la Eurocopa, el murciano logró romper una de las considerables maldiciones de su trayectoria. A los 25 años, el 'Bala' tenía 2 medallas de plata y parecía llamado a ser entre los enormes dominadores del maillot arcoíris en la primera década del siglo XXI, pero no fue de este modo.
Los años pasaban y la victoria no llegaba, si bien él se proseguía subiendo al podio y quedándose cerca. En 2018, mucho más de un año tras haber sufrido la peor caída de su trayectoria, se plantó en Austria con seis medallas (2 platas y 4 bronces), y sin haber competido en la prueba los un par de años precedentes, pero en una tarde histórica para el ciclismo español.
Alejandro Valverde se transformó en el vencedor de todo el mundo mucho más veterano de la historia con 38 años. Sus lágrimas eran entonces de alegría y modificaban las amargas de julio de 2017, en el momento en que en la primera etapa del Tour de Francia, padeció un muy, muy dura caída con el asfalto mojado por las calles de Dusseldorf (Alemania) que le provocó una fractura de rótula. Su DNI señalaba que tenía 37 años y quizá aquello le podría haber abocado a despedirse, pero no.
Ocho meses fuera de las rutas, que no le frenaron en la voracidad ganadora que había brindado desde su debut como profesional en 2002 con el Kelme de Vicente Belda. En la capacitación alicantina estuvo tres campañas y logró mucho más de 20 triunfos antes de ofrecer paso a la composición de Eusebio Unzué.
En Austria logró el derecho de vestir en el transcurso de un año el maillot arcoíris en lo que, a priori, sería un año de epílogo para una carrera que parecía terminarse antes de Innsbruck. Sin embargo, ese triunfo le insufló nuevamente ánimo y en 2019 acabó segundo en La Vuelta y fue vencedor de España en ruta por tercera vez en su trayectoria, un nivel que le impulsó a seguir un año mucho más, si bien ahora parecía el último, en esta ocasión sí.
Pero llegó la pandemia, el planeta entero se paró y la temporada ciclista no se pareció en nada a las precedentes. No era forma de retirarse para una historia de historia legendaria de esta forma, que aún soñaba con cerrar su palmarés con lo único que se le resistía, la medalla olímpica, con una última 'bala' en Tokyo. En 2021 la situación salió normalizando, pero las rutas proseguían vacías de público, lo que volvió a estirar un tanto mucho más la carrera de un ciclista que de todos modos no deseaba retirarse, como quien posterga su alarma para lograr continuar soñando un tanto mucho más.
Así llegó el 2022, donde tener 42 años no fué un impedimento a fin de que Alejandro Valverde terminara rozando el 'top diez' tanto en el Giro (terminó undécimo), como en La Vuelta (donde fue decimotercero), aparte de retomar su amor por las 'tradicionales', en las que volvió a subirse al podio, como segundo, tanto de la Strade Bianche como de la Flecha Valona.
Y es que la carrera de Valverde no puede comprenderse sin las 'tradicionales', donde siempre y en todo momento sacó su mejor versión, en especial en la Flecha Valona, que ganó cinco ocasiones, 4 de ellas sucesivamente, aparte de tres segundos puestos. Bélgica siempre y en todo momento fué uno de sus sitios fetiche, ya que en la Lieja-Bastoña-Lieja asimismo fue vencedor en 4 oportunidades.
Con un palmarés y una carrera de estas peculiaridades, su retirada solo podía estar a nivel de una historia de historia legendaria. Primero con La Vuelta 2022, donde fue honrado prácticamente a lo largo de todo el paseo por un público entregado, que en tantas ocasiones lo había visto pasar y que no le va a ver pedalear mucho más.
Su paseo final, 'la última Bala', lema que empleó su aparato para sus últimas carreras, llegó en Italia, donde Alejandro Valverde decidió correr 4 disputas otoñales de un día, rivalizando hasta el desenlace con los más destacados del circuito y quedándose cerca de una victoria que habría sido la guinda a un pastel al que no le hacía falta solamente dulce.
Alejandro Valverde, con 42 años, viendo de tú a tú a corredores de la talla de su compañero Enric Mas o del un par de veces ganador del Tour de Francia Tadej Pogacar, se quita rozando una victoria mucho más en una carrera donde no todo fueron luces.
También hubo sombras, como la sanción que le dejó un par de años sin correr una vez que el TAS considerase su participación en la famosa 'Operación Puerto'. El murciano no ha podido correr en 2010 y 2011, y tampoco en una parte de la 2009 tras la prohibición por la parte del Comité Olímpico Italiano (CONI) de llevarlo a cabo en su país. Una sanción que le logró bastante daño públicamente pues llegó pocos meses una vez que ganara su primera y única 'grande', La Vuelta a España 2009.
Ahora, el murciano por el momento no se replanteará mucho más el continuar o no más allá de ver que todavia tiene el nivel de competir. Pero por el momento no hay mucho más, 'la última Bala' ahora había sido disparada y en este momento el pelotón se queda huérfano del 'padre' del ciclismo español.