MADRID, 19 Oct.
Al menos ocho personas han fallecido por la explosión de múltiples bombas en la entrada de la mayor prisión de Birmania, la de Insein, ubicada en las afueras de Rangún, conforme han informado autoridades locales.
Fuentes citadas por la BBC han afirmado el estallido de 2 artefactos y han reconocido a las víctimas como tres gobernantes de la prisión y cinco visitantes. Al menos diez personas mucho más han resultado lesiones.
Ningún conjunto se ha atribuido la compromiso por este ataque, que ha animado un extenso despliegue del Ejército en la región. El centro aloja a prácticamente diez.000 presos, entre aquéllos que habría personas presas por la junta militar tras el golpe de Estado.
Según el jornal Myanmar Now, entre los civiles muertos está la madre de un activista académico, Lin Htet Naing, que había acudido a la prisión para ofrecerle un bulto a su hijo. La junta solo deja a las familias ver a los internos una vez por semana o aun cada un par de semanas.
La Asociación de Asistencia a Presos Políticos de Birmania (AAPP, por sus iniciales en inglés) cree que mucho más de 12.600 personas fueron detenidas desde el golpe de Estado perpetrado por las Fuerzas Armadas a inicios de febrero de 2021. Más de 2.300 personas perdieron la vida en este tiempo.